Para los recién llegados

Antes de que le des a la 'x', o al botón 'atrás' de tu navegador, te pido, aunque sea, que leas esto.
No te confundas: si te vas sin ver una misera entrada siquiera, no caeré en un abismo interminable de tristeza, autodestrucción y llantos. No. Esto es lo grande de internet: la variedad de información que puedes encontrar y de público que puede consultarla.

Durante toda mi vida he estado buscando un sitio donde verter mis pensamientos. Que la gente supiera cómo me siento, cómo razono, bajo qué prisma veo la realidad... pero, a la vez, aprender de la opinión de los demás. Y eso sólo lo he podido conseguir con Blogger.

No soy un as de la pluma. Tampoco manejo con maestría la cámara. Soy como cualquiera... y, supongo, que como tú. Una persona normal. No me preocupo: sé lo que soy y, a la vez, voy descubriéndome a mi mismo día a día. Quiero que seas partícipe en este proceso.

Te darás cuenta, sí. Al leer este blog caerás en que lo que te pasa no es tan único como pensabas. Todas mis reflexiones están basadas en algún suceso. Y si pones atención, te habrá pasado, te pasa o te pasará. No estás solo.

Por otro lado, recibirás, si no te cierras, alguna moraleja o enseñanza. Sólo soy alguien dando un consejo o una conclusión siempre bajo mi punto de vista. Presta atención, observa y dale vueltas a las cosas. Quiero que te actives y pienses.

Y ahora que has leído esto, eres libre de marcharte o quedarte. Si te quedas, comenta este texto: deja constancia de que has pasado por aquí... Gracias por tu atención. Hasta más ver.

Si quieres contactar conmigo, un servidor en Twitter