jueves, 26 de enero de 2012

... Y entonces, es hora de hacer el amor de verdad

- La misión era tomar la colina. Éramos cuatro, cinco contando a Vicente, pero había perdido una mano al estallar una granada y no podía luchar como lo hacía cuando le conocí. Y era joven, y valiente, y la colina estaba encharcada de tanta lluvia; y el camino descendía, y había muchos soldados alemanes, y se trataba de apuntar al primer grupo y, con puntería certera, retrasarles.

- ... ¿Tenía miedo?

- ¿De qué?

- De que le mataran...

- ... No escribirá bien si tiene miedo a morir. ¿Lo tiene?

- Sí, lo tengo, yo diría que es... quizá mi mayor miedo, realmente.

- Es algo que le ha pasado a todos los hombres y a todos les pasará.

- Lo sé, lo sé

- ¿Ha hecho el amor con una auténtica gran mujer?

- La verdad es que mi novia es... bastante sexy.

- ¿Y cuando hace el amor con ella siente una pasión bonita y veraz, y al menos en ese momento pierde el miedo a la muerte?

- ... No, no suele ocurrirme.

- Creo que el amor que es veraz y real crea una tregua con la muerte. La cobardía viene de no amar o no amar bien, que es lo mismo. Cuando el hombre que es valiente y veraz mira cara a cara a la muerte, como cazadores de rinocerontes que conozco, o Belmonte, que es valiente de verdad, como aman con suficiente pasión apartan a la muerte de su mente... Hasta que vuelve como hace con todos los hombres... Y es hora de volver a hacer el amor de verdad. Piénselo bien.

Conversación con Hemingway, extraído de "Medianoche en París", de Woody Allen.

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