No puedo dormir. Son las 4 de la madrugada de un jueves, y no tengo ni una pizca de ganas de dormir.
No se por qué, supongo que porque el teatro de la cordura está empezando a quedarse sin espectadores.
Estoy perdiendo los papeles. La vida está empezando a llevarme a mi, y estoy convirtiéndome en mero fan de mi película.
Son las 4 y cinco de la madrugada y tengo hambre. ¿Ansiedad? Puede. No me extrañaría, en absoluto. No suelo encontrar en la comida la solución al gran vacío que siento por dentro... pero por algo se empieza.
Son las 4 y cuarto de la madrugada... y estoy hablando con un perro. Me siento solo. Eso no hay ni que decirlo. Incomprendido, aislado, loco, antisocial, distante, malhumorado, incapaz de de ser extrovertido... Yo me lo he buscado, la verdad...
Aunque... quizás no tenga sueño por la siesta de 5 de la tarde a 9 de la noche de hoy, y puede que el hambre sea porque no he cenado. ¿Lo del perro? Me encantan los animales.
Soy una maldita pelota de ping-pong... estoy en un campo para, un segundo después, estar en el otro... y boto, estrellándome por el camino y haciéndome daño.
... Ping... pong... ping... pong...
Incomprendido, aislado, loco, antisocial, distante, malhumorado, incapaz de de ser extrovertido...
ResponderEliminar¿Seguro?
Si tuviera que elegir adjetivos con los que describir lo (poco) que conozco de ti, creo que esos no se me pasarían en ningún momento por la cabeza :)