miércoles, 28 de agosto de 2013

Hail to the King: nos atrevemos a recoger el testigo


Sucede que, bajo todo pronóstico, el grupo californiano Avenged Sevenfold nos sorprende con su nuevo disco después de un decente Nightmare allá por el 2010. Muchas cosas han cambiado desde entonces. Jimmy The Rev, como recordaréis, murió meses antes del lanzamiento mencionado del quinto álbum de estos chicos. El disco ya estaba hecho, a nivel compositivo, casi en su totalidad, por lo que no teníamos una referencia clara de cómo afectaría la marcha de su gran amigo, a cargo de la percusión, en el sonido de la banda. Tres largos años en lo que habrán tenido que volver a aprender muchas cosas, desde cómo componer a cómo transmitirlo. Desde cuál es nuestro sonido actual a cuál será a partir de ahora.

Hace casi un año los miembros de la banda, en especial el magnífico vocalista Matt Shadows, se encargaron de comenzar una campaña de rumores sobre cuál sería ese nuevo sonido, si es que existía. Black Sabbath, Metallica, Pantera, AC/DC... o Led Zeppelin y Guns N'Roses son algunos grupos que se nombraron alguna vez como influencia y que cada uno se tomó como buenamente pudo. '¿Avenged Sevenfold emulando a los grandes clásicos del hard rock o del heavy metal?' La idea sólo ponía los pelos de punta y hacía desear con más y más ganas escuchar el disco que, a todo esto, se filtró una semana antes del lanzamiento oficial.

Pero, ¿de verdad Avenged Sevenfold ha perdido la capacidad para crear ese metal tan melódico que le caracteriza? No, y hay pruebas que lo demuestran. En septiembre de 2012 el grupo lanzó un single asociado al videojuego Call of Duty Black Ops II, hecho que no sorprende debido a la asidua colaboración que prestan a Treyarch en sus lanzamientos. Ese single, llamado 'Carry On', cuenta con todas las características tradicionales de Avenged Sevenfold. Absolutamente todas. Y hablamos de un grupo sin The Rev y con Arin Ilejay, el nuevo encargado del doble bombo, ya militando en las filas del grupo. Escuchémoslo para saber de qué hablamos y para tener la referencia más cercana a día de hoy de lo que 'era' Avenged Sevenfold:


Obviando el bajón en la batería (The Rev era mucho The Rev), Arin se desenvuelve perfectamente entre los solos a dúo de Synyster y Zacky y los gritos desgarradores de Shadows. Pero poco fue el tiempo que tardó Matt en salir a la palestra y decirnos 'Oigan, esto que acaban de escuchar no se parece en nada a lo que preparamos para el nuevo álbum'. Y no mentía.

Hail to the King es distinto. Innovador si recordamos 'Bat Country', 'M.I.A' o 'A Little Piece of Heaven'. Muchos lo odiarán, es respetable; los cambios son difíciles de aceptar. Pero pocas veces he visto un cambio tan sencillamente acertado. No han renunciado a su esencia: las guitarras tienen la misma distorsión, siguen siendo violadas, no se puede negar el virtuosismo en este aspecto; Matt sigue gritando y demostrando ser una de las mejores voces actuales en el negocio de la música... pero el estilo ha derivado en lo que ellos avisaban: metal clásico. No del todo, porque Avenged es Avenged: como ya he dicho, se siguen encontrando características únicas del quinteto. Canciones como 'Doing Time', que apesta a Guns N'Roses por los cuatro costados con esa dualidad agudo-grave en la melodía vocal, o 'Crimson Day', con un comienzo que goza de una guitarra distorsionada, que pasará a un segundo plano al avanzar el tema, al más puro estilo Metallica, son dos ejemplos claros. No son los únicos. El mayor cambio se ve, sin dudarlo, en las baquetas. Debido al estilo generalizado del álbum, Arin practica baterías sencillas, marcando el ritmo de manera muy simple. No por ello se cuestiona su calidad; me remito, de nuevo, al single 'Carry On'. Salvo en casos aislados, si te gustan los ritmos complejos, sigue sin ser tu disco. La duración de las canciones, en contraposición con los alrededor de ocho minutos a los que nos tenían acostumbrados en muchos temas, se reduce, bajando a una media de cinco o cuatro minutos.

Repito: es comprensible que los fans más fieles de Avenged Sevenfold encuentren en Hail to the King un paso atrás o, por lo menos, a un lado. No es comparable en ningún aspecto con sus grandes trabajos como City of Evil o Avenged Sevenfold, su tercer y cuarto disco, respectivamente.

Es un gran álbum, con tintes clásicos, muy responsable, admitiendo el legado de muchos grupos y modernizándolo dándole el toque que muchos, quizá, no hubiesen sabido darle.


Shepherd of Fire

'Es muy parecido al tema de los Rolling Stones “Sympathy for the devil”, en él hay un diablo elocuente y persuasivo hablándote. Él no es todo fuego y azufre, te está atrayendo hacia abajo y convenciéndote de que puede hacer que tu vida sea mucho mejor, más que el tío que está arriba. Hay una tentación en el ambiente que realmente lo que esconde es un verdadero caos'. Todo queda dicho por Shadows. Los riffs de guitarra, las campanas, el fuego sonando, el ritmo contundente de batería... te van llevando a un lugar parecido al infierno. El trío guitarra-batería-bajo, tan acertado para la atmósfera que quieren conseguir con el tema, siguen una línea recurrente sólo rota para el estribillo, más melódico, y el solo, frenético a manos del tándem Syn-Zack. Una gran canción para comenzar el disco.

Hail to the King

El single que ya podíamos escuchar desde hace unas semanas. Un tema, para mi gusto, demasiado repetitivo. Es imposible negar la melodía pegadiza y la guitarra ejemplar de Synyster en el comienzo y, ya de fondo y en segundo plano, en el resto de la canción. Muy sencilla (y me atrevería decir muy simple). Aquí vemos lo que quise decir con la batería de Arin: percusión propia del metal clásico, no hay nada más que decir. El solo, eso sí, goza de independencia completa con el tema (que no con lo que nos tiene acostumbrados Synyster, se nota que él también se ha tenido que adaptar al estilo general del disco). El mejor momento de la canción, sin dudas, el de después del gran solo de Syn. Sin embargo, y siendo sinceros, no es para single. Personalmente, apostaba, y deseaba, que 'Hail to the King' no sería representativa del álbum. Y así ha sido.


Doing Time

Un tema con el que, con la primera escucha, se me vino a la mente el nombre de, como ya he dicho, Guns N' Roses. Desde las partes recitadas hasta el ya mencionado agudo-grave en las estrofas. Los acordes generales de la canción no ayudan a eliminar ese nombre de la mente. Es un viaje agradable al rock de los 80s. Muy acertado, y extraño en manos de Avenged Sevenfold. El solo, en su línea, y los riffs de guitarra, bastante rockeros, son magníficos, junto con un bajo, cogido de la mano con esa batería que viene como anillo al dedo, distorsionado para poner a la guitarra rítmica el sustento perfecto. 

This Means War

Una de las mejores canciones del disco, sin dudarlo. Un tema que se parece bastante a este otro:


Influencia clara de Metallica, que se puede ver también en canciones como 'Crimson Day' y la ya comentada 'Shepherd of Fire'. Hablando de 'This Means War'; consta de una intro que nos avisa de lo que vendrá más adelante... que se para y pega una especie de martillazo con un ritmo heavy pegadizo hasta la médula que poco a poco va cogiendo la categoría de melódico, el estribillo, y llegando a la intro de nuevo. Todo esto se mezcla con una guitarra sobresaliente y una voz muy melódica de Matt en el puente y en el estribillo que me pegaría hasta en una balada. Creo que, en esta ocasión, Synyster ha tenido que disfrutar mucho con su solo.

Requiem

El coro en latín que nos da la bienvenida quizá pueda echar atrás, pero pronto nos daremos cuenta de que estamos ante otro de los platos fuerte del disco. 'Requiem' es, sin duda, una mezcla perfecta entre lo clásico y moderno, una oda al diablo que respeta la herencia del género y la convierte en algo tan propio que parece nuevo. La atmósfera, épica y más propia de banda sonora que de un disco de heavy metal, nos envuelve desde la primera palabra en latín hasta el parón brusco final, ayudado por coros graves y rasposos y un solo de auténtica locura que concluye en una oración rodeada de cánticos demoníacos. Magnífica.

Crimson Day

No, lo que estáis escuchando no es Metallica. Esta balada rock que, quizá, pasa desapercibida, de puntillas, por el álbum, debido a su exagerada debilidad ante su antecesora 'Requiem', tiene, eso sí, todo lo que se exige de una buena canción lenta. Si bien es cierto que pisa fuerte conforme avanza el tema, con guitarras más contundentes y melódicas, no puedes evitar escuchar una voz diciéndote que le falta algo, y no sabes qué es. Desde mi punto de vista, esta balada, aunque dentro de los cánones generales del álbum, no hace sombra ni se la hará a otras de este mismo grupo, como 'So Far Away', 'Dear God' o 'Since the Day', por ejemplo. Sin embargo, recalco que cumple con la estructura clásica de balada rock y, en manos del grupo californiano, cobra un sentido más épico, como todo el ambiente que cubre Hail to the King.


Heretic

Aquí tenemos el tema que más se va a parecer a los auténticos Avenged Sevenfold. Si la batería tuviese más complejidad o, aunque fuese, un poco más de rapidez, estaríamos ante una canción que encajaría en cualquier disco a partir de City of Evil. Vuelven los riffs dobles copando casi toda la canción, sin casi guitarra rítmica presente; un bajo que, debido a lo comentado, cobra protagonismo en las estrofas, sobre todo en los primeros compases, y una batería que recupera, muy acertadamente, el doble bombo. El estribillo, con unas estructura y melodía típicas del grupo, se vuelve una rareza en este nuevo álbum. El cambio de chip después del segundo estribillo es muy acertado, con una distorsión de guitarra muy 'medieval' acompañando a esa fase lenta de la canción que da paso a la explosión del solo de Syn y Zacky y al último tramo del tema que insiste con el estribillo.

Coming Home

Otra gran canción con un tono optimista, debido a la letra y al estribillo prácticamente, mezclado, a la vez, con un trato serio del tema. El comienzo de la canción, con el punteo y la melodía vocal tan suave de Matt, me recuerda, más que a los grandes clásicos o a Avenged Sevenfold, incluso al punk rock que hacen grupos como Billy Talent. Poco a poco un espíritu más duro posee al tema, con guitarras distorsionadas más concienzudamente y con Matt ya volviendo a su mejor faceta vocal. La batería, siguiendo la estela de 'Heretic', sigue sorprendiendo con un ritmo contundente remarcado por el doble bombo. El aspecto melódico se refuerza con un puente muy adecuado articulado por el doble punteo de Synyster Gates y Zacky Vengeance, que conecta un solo frenético con la última estrofa de la pista. El bajo, digno de mencionar, se sale, estad atentos. Seis minutos y veinte segundos que enganchan hasta el final.


Planets

El final del álbum comienza con una pareja de canciones. 'Planets' es el apocalipsis, el fin, y como tal, debe tener una banda sonora propia del momento. Esa es 'Planets': con una intro premonitoria de este armageddon, una sección de viento que añade épica y oscuridad al tema, con gritos de Matt copando el estribillo y la batería usando, de nuevo, el doble bombo. Los demás le dan una base a la composición muy correcta, sobresaliendo Synyster nuevamente, con una línea de guitarra impresionante, muy madura y sabiendo lo que hace, dando el traste justo en el momento adecuado. Una de las mejores del disco, quizá, en mi opinión, la mejor. 

Acid Rain

La última canción, tanto del disco como del tándem que he mencionado, es 'Acid Rain', que representa el amor que sobrevive ante, incluso, el fin del mundo. Una balada épica donde las haya, que en esencia no se parece en nada, diría yo, a lo que nos tiene acostumbrados Avenged Sevenfold. Tiene un cierto toque de blues, con una batería y punteos propios del género; un piano que apuntilla aún más el ambiente casi 'empalagoso' del tema y la voz de Matt cobra una suavidad que sorprende, algo a lo que no nos tiene acostumbrados. La sección de viento se hace notar en los momentos previos al estribillo, que no cambia mucho la pauta del punteo inicial. En conjunto, la más melódica de todas las del disco. Gran forma de cerrar el disco, sin embargo no aceptaría que fuese forma de cerrar un concierto (y espero que no sea así, que voy al del 26 de noviembre en Madrid).


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En conclusión, un disco que, realmente, no sé qué significará en el camino tan largo que les queda a estos chicos. Quizá signifique el asentamiento de unos nuevos cimientos para lo que está por venir, que, si se apoya en las líneas generales creadas por este disco, sin duda llevará a Avenged Sevenfold a la cultura popular y, más adelante, a la fama mainstream, seguramente. Si sólo es un paso a un lado para, con el futuro, volver otra vez al camino que marcaron con The Rev durante cinco grandes disco (cosa que, aunque me duela, dudo) será igualmente bien acogido. Un servidor sólo espera que sigan dando una lección de composición musical única y de cómo marcar una canción por el virtuosismo de sus músicos y, sobre todo, de su vocalista.


Hail to the King ya está a la venta, desde el 27 de agosto de 2013.

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